El cáncer de vejiga se origina cuando las células que forman parte de la estructura normal de la vejiga comienzan a crecer de forma descontrolada. Este crecimiento puede dar lugar a un tumor, que puede confinarse a la vejiga (tumores localizados) o progresar y extenderse a otras partes del cuerpo (metástasis).
La vejiga es un órgano hueco que se encuentra en la parte inferior de la pelvis. Este órgano está formado por paredes externas formadas de músculos que se estiran para almacenar la orina, su función principal, y se contraen al momento de orinar. La orina es producida por los riñones como producto de desecho y trasportada a la vejiga a través de los uréteres. Luego de almacenarse en la vejiga, se elimina al exterior por la uretra.
En Chile se diagnostican alrededor de 1546 casos nuevos por año, ocupando el 11vo lugar en frecuencia de los tipos tumorales, aunque su prevalencia ha ido aumentando los últimos años. Con respecto a Sudamérica, Chile ocupa el puesto 6 en cuanto a incidencia de cáncer de vejiga, solo por debajo de países como Uruguay, Guayana Francesa, Cuba, Argentina y Brasil.
Un factor de riesgo es una condición que aumenta la probabilidad de tener una enfermedad. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Algunos son modificables, por ejemplo hábitos como fumar, que usted puede abandonar, o buscar mantener un peso saludable. Por otro lado otros no pueden cambiarse, como la edad y los antecedentes familiares.
La chance de desarrollar un cáncer de vejiga es tres veces mayor en una persona que es fumadora en comparación con alguien que nunca fumó. El cigarrillo contiene sustancias tóxicas que se eliminan por la orina y aumentan el riesgo de cambios en las células normales que generan un tumor.
La exposición a ciertas sustancias presentes en productos químicos industriales como aminas aromáticas, la bencidina y la beta-naftilamina, usualmente son utilizados como colorantes en la industria y pueden aumentar el riesgo de cáncer de vejiga. Los trabajadores de industrias de la goma, el cuero, textiles, productos para pinturas e imprentas pueden tener mayor riesgo al estar expuestos a estas sustancias.
Otros trabajos con exposición a sustancias con posibilidad de aumentar el riesgo son los peluqueros (exposición excesiva a colorantes del cabello), operarios de máquinas y conductores de camiones (probablemente debido a la exposición a los gases de diésel).
Los fumadores que adicionalmente trabajan con las sustancias químicas previamente mencionadas tienen un riesgo especialmente alto de cáncer de vejiga.
El arsénico en el agua potable ha sido asociado con un mayor riesgo de cáncer de vejiga en algunas partes del mundo. La probabilidad de exponerse a este depende del lugar donde usted viva. En Chile, existen regiones con mayor incidencia de cáncer de vejiga, siendo la región de Antofagasta la que mayor incidencia presenta debido a la contaminación de sus aguas por la actividad minera y el arsénico.
Las personas que beben muchos líquidos, especialmente agua, todos los días suelen tener tasas más bajas de cáncer de vejiga. Esto se puede deber a que vacían sus vejigas más a menudo, lo que podría evitar que sustancias químicas permanezcan mucho tiempo en ellas.
El tabaquismo es el responsable de más de la mitad de todos los cánceres de vejiga. Nunca fumar o dejar de fumar disminuye el riesgo de padecerlo.
Los trabajadores de industrias como la de la goma, el cuero, los materiales de imprenta, textiles y pintura que utilizan ciertos productos químicos orgánicos presentan un mayor riesgo de cáncer de vejiga. Si trabaja en un lugar donde usted puede estar expuesto a estos productos químicos, asegúrese de cumplir con buenas prácticas de seguridad laboral. Peluqueros y barberos que están habitualmente expuestos a estos productos derivados de las tinturas deben tomar medidas para utilizarlos con seguridad. (La mayoría de los estudios no han encontrado que el uso personal de colorantes de cabello aumente el riesgo de cáncer de vejiga).
Algunas investigaciones han sugerido que las personas expuestas de forma excesiva a estos gases pueden aumentar el riesgo.
Principalmente agua, esto puede reducir el riesgo ya que aumenta la frecuencia de vaciamiento de la vejiga y evita la acumulación de sustancias tóxicas en su interior.
algunos estudios demostraron que puede ayudar a proteger contra el cáncer de vejiga, aunque no todos los estudios lo confirman. Aun así, adoptar una alimentación saludable ha demostrado ofrecer muchos beneficios, incluyendo la reducción del riesgo de algunos otros tipos de cáncer.
En la mayoría de los casos, la presencia de sangre en orina (hematuria) es el primer signo de cáncer de vejiga. La hematuria puede ser continua, pero con más frecuencia se presenta de manera intermitente.10 Con frecuencia este, particularmente en aquellos casos donde la enfermedad se encuentra en etapas tempranas (cuando es pequeño y se encuentra únicamente en la vejiga), es el único síntoma.
La presencia de sangre en la orina no siempre significa que usted tenga cáncer de vejiga. Es importante, igualmente, que en el caso de que observe que le ocurre pueda consultar con su médico para un estudio más profundo, ya que puede deberse a otras causas.10 Otros síntomas pueden ser orinar con más frecuencia de lo habitual, dolor o ardor al orinar, sensación de que necesita orinar inmediatamente, incluso cuando su vejiga no está llena, tener problemas para orinar o tener un flujo débil, o tener que levantarse para orinar muchas veces durante la noche. Si usted presenta estos síntomas no significa que tiene un cáncer de vejiga, es más
probable que estos sean causados por una infección, cálculos en la vejiga, próstata agrandada (en hombres) o vejiga hiper activa. Sí es importante que si esos síntomas persisten, consulte con su médico.10 Cuando la enfermedad se ha diseminado a otras partes del cuerpo (metástasis) pueden haber síntomas como dolor en los huesos o en la zona lumbar, cansancio o debilidad, pérdida de apetito y de peso, hinchazón en los pies. Una vez más, es importante decir que estos síntomas no son específicos de cáncer de vejiga, pero si son persistentes y significativos es importante consultar con su médico.
Ante la presencia de signos o síntomas de la enfermedad, y al existir la sospecha, el medico realizará un interrogatorio de su historial médico y la presencia de factores de riesgo. Se realizará un examen físico, en el que si se detecta algo anormal es posible que su médico realice exámenes complementarios y solicite la evaluación de un especialista.12
Una simple prueba de laboratorio para saber si hay sangre en la orina.
Cultivo y citología de la orina: para descartar la presencia de infecciones y realizar estudios extendidos de la orina en el microscopio para evaluar la presencia de células tumorales.
Esto es realizado por un especialista en urología que utiliza un tubo delgado, largo y flexible con una fuente de luz y una pequeña cámara de vídeo en el extremo. Con esto se puede realizar un examen directo de la vejiga para detectar zonas anormales.
Resección trans-uretral: es un procedimiento endoscópico que se utiliza para tomar biopsias de zonas anormales y realizar resecciones trans-uretrales de vejiga. Generalmente se extrae una muestra de tumor junto con una porción de músculo adyacente. Estas muestras pueden tomarse de diferentes partes de la vejiga.
Estudios por imágenes: se pueden realizar ecografías, tomografías y resonancias magnéticas, gammagrafías óseas con la finalidad de estudiar la enfermedad en la vejiga y evaluar su extensión a otras partes del cuerpo.
A su vez, estos tumores pueden clasificarse en tumores de bajo y alto
grado. Los tratamientos de los tumores superficiales generalmente incluyen resecciones endoscópicas realizadas por el especialista en urología y, en ciertas ocasiones, tratamientos con drogas colocadas dentro de la vejiga en dosis y frecuencias variables según el caso.13 El pronóstico de los pacientes diagnosticados con tumores de vejiga superficial es bueno si se realiza un
tratamiento adecuado. A pesar de esto, son tumores que presentan una alta tasa de recidiva, especialmente en los tumores de alto grado. Por esta razón es importante realizar controles periódicos14. Un porcentaje de pacientes (30-40 %) son diagnosticados con un tumor de vejiga que invade el músculo (invasión más profunda de la enfermedad).14 (ver imagen)
En estos casos los tratamientos pueden incluir cirugía, radioterapia y tratamientos endovenosos como quimioterapia y/o
inmunoterapia. El tipo de tratamiento o la combinación de estos se adaptará al caso particular de cada paciente1. En algunos casos la enfermedad puede diseminarse a otros sitios del cuerpo y presentar metástasis. Las metástasis pueden presentarse al momento del diagnóstico o luego del tratamiento de un tumor localizado, a causa de la progresión de la enfermedad.1 (ver imagen sugerida)
Los sitios más frecuentes donde este tumor presenta metástasis son los ganglios linfáticos cercanos a la vejiga o ganglios linfáticos más distantes (particularmente en la región del retroperitoneo ubicado en la parte posterior del cuerpo cercana a la columna vertebral), pulmón y, con menor frecuencia, hueso, hígado y otras localizaciones1. Cuando la enfermedad presenta metástasis el tratamiento se basa en el uso de medicación, generalmente por vía endovenosa.
Son medicamentos que tienen como objetivo detener el crecimiento de las células tumorales, logrando matarlas o impidiendo su división y reproducción. Generalmente
estos diferentes medicamentos quimioterápicos en combinación se utilizan en los casos en que la enfermedad está más avanzada.
Son tratamientos que utilizan el propio sistema inmune del paciente para combatir el cáncer. Estos medicamentos permiten “desenmascarar” mecanismos que el propio
tumor tiene para ocultarse ante el sistema inmune. La inmunoterapia forma parte de los tratamientos conocidos como “biológicos” o “tratamientos dirigidos”, y se
utilizan para tratar un gran número de enfermedades oncológicas. En cáncer de vejiga la inmunoterapia forma parte del tratamiento en diferentes momentos de la enfermedad.
Inicialmente estas drogas se utilizaban en etapas avanzadas de la enfermedad, cuando los pacientes progresaban a un tratamiento inicial con quimioterapia. Cada vez más, estas drogas solas o en combinación son utilizadas en etapas más tempranas de la enfermedad demostrando un beneficio significativo a favor de los pacientes15. Los pacientes con cáncer de vejiga frecuentemente ven reducida su calidad de vida por la aparición de síntomas como dolor, hematuria (orina con sangre) o molestias al orinar. La posibilidad de realizar tratamientos apropiados contra la enfermedad permite mejorar la calidad de vida ayudando a continuar con una vida normal16. Gracias a estas terapias los pacientes con cáncer de vejiga avanzado pueden acceder a nuevos y mejores tratamientos que permiten un mayor control de la enfermedad, y mayor y mejor supervivencia.
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Fundación Vi-Da es una institución sin fines de lucro de San Fernando que busca perpetuar la memoria de Nidia Viviana Fernández Sarpi, a quien a corta edad se le presentó un cáncer avanzado, pero a pesar de todo lo que la medicina le pudo ofrecer, de sus intensos y constantes tratamientos, la enfermedad le arrebató la vida a los 19 años de edad.
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