“Aprendí que el cáncer no es una sentencia y tampoco me define”
Cuando te dicen: Tiene Cáncer, es como si un camión, avión, cañón hubiera pasado por arriba de ti.
El mundo para, los 5 sentidos paran y la única cosa que queda es una voz en su mente repitiendo: Vas a Morir, ya no tienes tiempo.
Llegan los infinitos exámenes, operaciones, radioterapias, quimioterapia, procedimientos complementarios.
La persona que era va cambiando. Primero llega el cambio físico y después viene el mental y todo lo que era ya no es más.
Todos los cambios son duros, pero para mí personalmente el mental fue el más pesado, complicado y difícil.
No quería dejar ir, la persona que era, los sueños que tenía, mis objetivos y principalmente el control que tenía sobre mi vida.
Me sentía sola, impotente, no tenía motivación y tampoco podía ver las herramientas que tenía para salir adelante.
Fue entonces que conocí la Fundación Vi-Da, los encontré en Instagram, les empecé a seguir y luego entré en contacto.
Rápidamente me contestaron y pusieron a disposición una Psicóloga, Talleres y me acogieron en un grupo donde están todos los participantes de la fundación.
Hoy me siento acompañada, sé que hay gente con mi misma condición, que a pesar del grande desafío diario podemos salir adelante.
Aprendí que el cáncer no es una sentencia y tampoco me define.
Soy Anabela, una mujer con una enfermedad, pero también con mucha salud, muchos sueños, mucha vida para ser vivida. ¡Gracias Fundación Vi-Da!
#FundacionViDaMeAcompaña